Eres
memoria
vives en
mi palabra,
te sientas
en mi lengua y ordenas mi voz
acorde y
verbo calman tu sed
y el aire
que rubrica los acentos
envanecen
el lenguaje
a exigua
luz de mi garganta.
Ni que
decir de la sangre
sustancia
que anuncia tu piel poema,
la parvada
de miedos
vuelan del silencio
y llueve
miel
en las fronteras de tu itinerario.
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