domingo, 19 de enero de 2014

Sed de amor




Análoga y ambivalente
esa sed de amor
que nos acompaña


la tuya
en constante búsqueda


el agua más pulcra
no logra aligerar tu pecho


revuelves entre los pliegues
incautando los gemidos
urgencia de algunas notas
del verso que te hace falta
en el orgasmo perfecto
de esa poesía sin apegos
sin memoria
y sin ojos
ácrata de los miedos
latido que te hace libre.




La mía
-sed de amor-
refundida en el bolsillo
remendado sobre el costado izquierdo


ha soportado los embates
de dos canículas bravías


sin brújulas
apuntala su ahogo
al acorde del corazón
norte y sur
este y oeste
le llueve ecos lejanos
de primaveras en los otoños


gotas de agua de monte
que palia albores y ocasos
muscínea de la semilla
madurez del fruto aceptado
con nombre de poesía


cuna redentora 
de sueños al vaivén de las letras
incólume en el desamor
y mesías para mi verso.


martes, 7 de enero de 2014

Eneros en mis ojos



Se ubican entre los huesos
y ahora
–ellos-
prescriben las experiencias.

Ornatos, hilos de plata
en la morada de las ideas
y una gestación de silencios
en el útero de los suspiros.

El corazón
henchido de gracia
ovula versos de amor,
huellas paridas son mismos
en las sonrisas que las acunan.

¡ Un aniversario más…!

y se engalana la carne
con la suavidad de la seda.

Sabático enero de luz 
y la vida se adentra
en un otoño bermejo,
tránsito obligado
por sendas de ilusiones
allí
la mirada abastece
con deleite para los sentidos.

Esta colección de eneros
urde
biografías en los párpados,
devela surcos anónimos
y con la huida de la primavera
despliega
el hambre por la vida.

¡Algarabía de eneros!

Viste los labios de besos
y tañe la campana viva
colgada entre costillas,

bemoles de sentimiento
trenzados en la garganta
liberan un soneto claro
que sobrevuela en la boca

se eleva dulce y sereno
-agitando alas de risas-
en ofrenda y alabanza
por los años de encomienda
en el paso por la vida.