martes, 7 de enero de 2014

Eneros en mis ojos



Se ubican entre los huesos
y ahora
–ellos-
prescriben las experiencias.

Ornatos, hilos de plata
en la morada de las ideas
y una gestación de silencios
en el útero de los suspiros.

El corazón
henchido de gracia
ovula versos de amor,
huellas paridas son mismos
en las sonrisas que las acunan.

¡ Un aniversario más…!

y se engalana la carne
con la suavidad de la seda.

Sabático enero de luz 
y la vida se adentra
en un otoño bermejo,
tránsito obligado
por sendas de ilusiones
allí
la mirada abastece
con deleite para los sentidos.

Esta colección de eneros
urde
biografías en los párpados,
devela surcos anónimos
y con la huida de la primavera
despliega
el hambre por la vida.

¡Algarabía de eneros!

Viste los labios de besos
y tañe la campana viva
colgada entre costillas,

bemoles de sentimiento
trenzados en la garganta
liberan un soneto claro
que sobrevuela en la boca

se eleva dulce y sereno
-agitando alas de risas-
en ofrenda y alabanza
por los años de encomienda
en el paso por la vida.


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