De las manos
que trenzan
antecediendo
la escuela,
de los
espejos de agua
al vaivén
de los caminos,
del trigo
herido de amor
en el
crepitar de la hornilla,
del lenguaje
de las aves
en el
silencio de la palabra,
de la
nívea crema
en el
despertar del establo,
de las
brisas y de los vientos
en los pliegues de los trajes,
de la
vida preñada de muerte
en el
éxodo de los abuelos.