Deslizo
la voz por las arterias del día
y los
cristales bajo los párpados
refractan
las voces que bullen en el espíritu.
Nada
tiene el matiz
del sentimiento
que dibuja su nombre.
El centro
de mi canto
es su silencio
el centro
de mi palabra
es su
verbo
el centro
de su centro
la profunda
respuesta a mi nostalgia.