Esa
mirada,
la
que conduce inevitable a los aposentos de su intimidad
y desclava nostalgias de la pared de los hastíos,
algunas veces
reverdece de humor
y desclava nostalgias de la pared de los hastíos,
algunas veces
reverdece de humor
y
su euforia
relampaguea
entre su sombra,
otras, opaca
camina como un perro
con la cola entre las patas, consternada…
A esa mirada,
otras, opaca
camina como un perro
con la cola entre las patas, consternada…
A esa mirada,
la
que hace cantar en las medias noches de luna,
y es lluvia
al humectar cálida la desnudez bajo los linos,
mirada reloj
al despertar instintos y acrecentar pupilas,
brasas encendidas en los socavones del rostro,
nos hace correr
y es lluvia
al humectar cálida la desnudez bajo los linos,
mirada reloj
al despertar instintos y acrecentar pupilas,
brasas encendidas en los socavones del rostro,
nos hace correr
de aquí para allá y de allá para
acá
leyendo
poemas
escribiendo versos que zumban
alegres
y se escuchan quedos
y se escuchan quedos
insinuantes, en hordas
eróticas.
Mirada trashumante,
Mirada trashumante,
caricia que desviste inclemente,
golpea en oleajes los arrecifes de la apatía
y traza tsunamis
golpea en oleajes los arrecifes de la apatía
y traza tsunamis
en la profundidad del espíritu,
fija coordenadas, eleva planos
fija coordenadas, eleva planos
y delimita la geodesia que se
extiende erizada
en el perímetro cromático que encierra un nombre.
A esa mirada que pare música
en el perímetro cromático que encierra un nombre.
A esa mirada que pare música
y asesina silencios,
hurga en los labios pentagramas insólitos
hurga en los labios pentagramas insólitos
y se torna agua mansa
en los esteros de su pestañeo.
Mirada de alborada y brisa matutina,
se presenta con estrellas
Mirada de alborada y brisa matutina,
se presenta con estrellas
surrealismo del alma
y anuncia motines en la siembra
de sus deseos.