sábado, 11 de marzo de 2017

Vino dulce





La lluvia renuncia a bruñir ventanas
y el misticismo de la madrugada
es roto por el bullicio citadino,
pasos  inconmovibles
puertas que vociferan,
queda atrás
la oración de la piel
y el cansancio de unas sábanas
al copular la noche
dos veces.



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