domingo, 9 de febrero de 2014

Pavesas y frío





Al concluir
-los efectos enunciados-
olvido que acuña los ensueños
muerte anunciada del amor
a las puertas de nuestros nombres.

Me invisten, ecos de risas
vidente de mis pasos
me hallo plétora de soledades ajenas
otrora, la tuya y la mía
silbaban preguntas.

Fuiste el lábaro izado sobre mi frente
vaticinio de religión nueva
logia expandida sobre aleatorio universo
insustancial
tañer lejano de una campana incierta
exordio íntimo
del verbo perfecto
al pestañeo de los ocasos.

Entrégame hoy, el silencio
las cascadas en la espalda
las armillas de las mariposas
pendidas en el vientre
sin descontar las sílabas
hendidas en la boca
en los plenilunios de los versos.

Extraña hoy
entre las yedras que pueblan tus muros
sobrevivo
apóstata de tu fe
encallo en océanos de sílices
sofisma de mi espíritu
en el intento banal
de que me olvides.




No hay comentarios:

Publicar un comentario