En esa ausencia mortificante, de tus besos
y del aroma de tu piel bajo las sábanas,
mi cuerpo, en fetal actitud no miente
a la soledad que me atraviesa
cuando tu calor, se ha ido.
… y allí está,
¡Tu camisa bajo la almohada!
En esas largas noches, carentes de huesos,
del abrazo ceñido, buscando tu alma,
mi sueño se evade e inconsciente
tu luz rastrea en aquella huella
de tu pie, al dejar el nido.
… y allí está,
¡Tu camisa bajo la almohada!
En esta espera, de angustia y de miedos,
una oración por ti, que se eleva clara,
por este sueño, se torne presente,
atizando el fuego con la pavesa
en el hogar que nos ha unido.
… y allí está,
¡Tu camisa bajo la almohada!
..."tu luz rastrea en aquella huella de tu pie, al dejar el nido..." María Paz, en verdad este poema es una belleza. Me encantó. Esta vez la curiosidad me pudo, y he sido beneficiado por la fortuna de hallar tu blog. Felicitaciones. Me iré haciendo tiempo para indagar en él. Cordiales saludos. Marcelo Posada (http://marcelodelacosta.blogspot.com.ar)
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