Apenas el
arrullo de las auras y los cipreses
y el albergue
escuálido 
de unas
doradas briznas,
tan
desnudo de la vida
y la
vida desnuda en su piel,
polvo
trocado en un cuerpo
y un cuerpo
rendido ante el polvo,
dolor y
angustia en arabescos  
sobre su lomo se extienden, 
nada es
y la nada, es su mayor empeño …
Cárcel de
delicado aroma
y hospicio
para el canto arisco,
su piar
es un aria sin cálamos...
prosapia
que encumbró los cielos.

