Mi
corazón dio un gran salto,
omite
amaneceres
luces
falsas que se filtran en el cielo.
Las
noches y yo,
ellas son
el patio de mi pensamiento,
mi espíritu
siembra en la inmensidad de la noche
y me
otorga en las madrugadas
una mies invisible
perenne hasta
los ocasos.
La noche,
hábitat de mis ojos
ensordece
en mi carne
el paso
del tiempo.
Muchísimas gracias embajadora de la poesía por deleitar con sentidos sentimientos a este Chileno que te manda un beso grande grande amiga....
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