Guardo
distancia con el orgullo,
ha lamido
mis senos
en
estaciones de lluvias y de sol,
no me
conmueve sus aires
al
filtrarse rompiendo los silencios,
cierro
ventanas ante su rostro de rojos parpadeos
y calo mis
sienes con grises
de los tonos
que susurran mi nombre
en el
frío de la ausencia.
Me desnudo
cada día de las voces
y expongo
mi nombre a los epílogos,
el verano
bebe con ahínco la savia de mis tiempos
y la sonrisa
de la primavera se arrastra
un poco
más cada día,
no espero
nada de los abecedarios que despuntan,
soy el
idioma de mi interior
en la
memoria de un poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario