La vida rasga sus vestidos
desnuda
la tristeza del ayer
que inverna bajo su carne
y marcha
su soledad
en
el rabillo del desencanto
evangelista con su cruz
y
un profeta
que
le da la espalda
yedra
su fe
acapara todavía
los
estuarios ingenuos de la esperanza
aguarda
que
el sol de sus dominios
le
amanezca para quedarse
espera
prorroga
el
último registro de su risa
cosió
sus labios
silencio
de una lengua inocente
ora por la vida
detrás
de las sombras
que
merodean sus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario