domingo, 23 de junio de 2013

LLuvia de altiplano




He liberado el tiempo en los planos en que arribó

se exilia en el misticismo, 
sueños que se juntaron para descifrar el acertijo
en el atardecer de la última página
de un calendario que nos desconocía.

Fueron la palabra y el silencio
los creadores de un universo legítimo
se hizo luz y se hizo agua
llovió la primavera
y bajo su domo surcaron las golondrinas,
caudales dulces 
que contenían peces de colores metafóricos
humedecieron los renglones
con la brisa del suspiro que exhala la conciencia.

Inútil intentar salvaguardar las raíces
es tiempo de verano 
y las nubes son llamadas de otras patrias,
no escucharon más aquel gemido 
invocando la frescura de sus aguas,
olvidaron el estuario 
y las pavesas de un gran huerto.

¿Cuánto tiempo debía buscar el líquido que salva?

En un légamo donde su corteza es sola piedra
inútil es el esfuerzo, 
la mies es solo cáscara
y mis manos yacen heridas por el frío.

Hoy
vengo de cercenar 
las lianas que ataban el dolor,
se va
raudo
estira sus plantas 
en la huida…

Me espera nuevas lloviznas que se porfían cómodas
y el camino se torna suave
para el retorno a la montaña.




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