domingo, 6 de noviembre de 2016

En crisálida






Ave de pensamientos y de madrugadas,
mis suspiros remontan los silencios
no alucino con fantasmas
y cicatrizan las omisiones, 
abrazos, ceremonias de fe
besos ingenuos
que se anudan en el cierre de los ayeres.

Mi alma es relicario
y en custodia queda el hálito de mi género,
el lenguaje salva el olor de los sueños
y hago versos dentro de mis ojos,
cuencas adentro
se desvanecen
los calendarios que yacen a la deriva.

Letras y versos 
llaves del espíritu
corren 
y abren los cerrojos del corazón,
desatan cintas,
se desnuda la natural piel de mis afectos,
rondan mis encajes de mujer otoño,
aromas relegados,
todo lo borra el viento 
al exilio de las voces.



        

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