Avanzas
por la senda de mis horas,
ofuscas las nostalgias
y las lágrimas
huyen
al tenor de tus suspiros
¿Quién eres…?
Acaso...
¿ Has vivido de incógnito
sin pagar la estadía
en mi morada?
¿De dónde vienes
peregrino de los besos?
Sin permiso
¿Hiendes las capas de mi espíritu
y en porfía de los anhelos
estrujas mi tristeza
ciñendo en mis sienes
la luz de esa mirada?
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