¡Conjuración de ausencias!
El
silencio no es flagelo,
la
indiferencia
el
emblema del olvido
que cercena
las madrugadas
en tus
ojos de otoño.
El
retrato del amor
adjetivos
disonantes
hablados
por hablar,
conjugar
el verbo pecho adentro
no es de
necios
y será
tarde
la hora en
que decretes
escindir
los egoísmos,
imágenes
hostiles
pagarán
su precio
y la
palabra
ligera de
ropajes
será
libre,
quizás,
sean remisos
los
ocasos desnudos,
parpadeos
de las noches
sin
estrellas licuadas,
impíos,
los
suspiros
no
encontrarán la cornisa
en los
ojos del verbo,
tempestuosa
la soledad
abate
nuestros
poemas,
caminas
sobre
lisonjas
que son
música y lluvia
en un camino vacío.
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