Es una
lucha constante entre la razón y el sentimiento
dan
ganas de volverse ciega
creer
solo en los estatutos de la piel
deshipotecar
el alma
al
vencer los términos entre los suscritos al silencio.
Inverosímil
sería
socavar
el pedregal que acuña el espíritu
minar
esa fuerza que se lleva en ristra
la
rebeldía de los desencantos
y toda
esa colección de melancolías y mutismos
tomándose
un decalustro para decantar lo intrínseco.
Sus
múltiples recovecos lagrimean versos
no cesa
la lluvia de palabras
aún
en los instantes
de desequilibrio
vetas
húmedas donan su sal de rimas.
Enganchada
a la argolla de la góndola
libero
pasajeros amañados
largo paisaje
entre amores y desvaríos
y son remeros de estos sueños
los versos
braceadores
constantes
arremetiendo
las corrientes de las omisiones.
No es
suficiente
ni uno
ni dos
ni un
tercer viaje hacia las fantasías de un poema
vibro
con los aleteos
que me
izan en vuelos
manteniendo
despierta la ilusión
-
al
escabullir el dolor-
en los
bolsillos del sentimiento.
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