lunes, 25 de enero de 2016

Resiliencia




 Cuanto más anochezco,
 se sorprenden las madrugadas
con mis ojos purificados
de nostalgias.

Se evaden las preguntas
y  mi nombre
vuelve a escalar los silencios,
halla las notas
refundidas en dos lustros,
la vida lenta de un pájaro
en un cielo tachonado de hojas,
descubre mi carne libre de agujas
y ahora,
es agua
es raíz
y es tallo,
flor que se escinde
a la caricia matutina
de un enjambre de besos,
horro de los miedos
que adoquinaron
las utopías
de dos poemas.



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