¡ Hija !
Hay momentos especiales en el universo…,
uno de ellos
cuando Dios,
admirando la belleza de la tierra
quiso compilar en una sola condición
toda la esencia
que al hombre concedió,
aunado a la gracia
y a la belleza del amanecer
con un sentido adicional
en su interior,
el de escucharlo a Él
cuando le quiera susurrar.
¡Bella en su género, es la MUJER!
y fue lo último
que sus manos de artista forjó.
¡Tan sublime en sentimientos
que le confirió la devoción !
serenidad en la mirada
plagiándole sobre las retinas
las partituras
de la subliminal sinfonía
que canta en la naturaleza.
¡ La ternura de lo divino !
y es su vientre el que forja
la alquimia del amor,
linfa y fibra
con su varón conjugada,
en su propio dolor dará vida,
como en su unigénito
Él nos lo entregó.
Paliativo en la punzada
zurcidora de las heridas
suavidad en la caricia
y en el beso redentora;
sus luceros
omniscientes guías
que las miradas traducen,
cuajándose en cristales tibios
cuando en su entraña la emoción palpita,
abrigo en la tormenta
con brazos en extensiones
y el corazón
alforja hecha panal
para los que tocan su puerta...,
Son estas razones
y miles más
por las que hoy
mañana
y los días venideros
niña de mis ojos, te digo:
¡Cuánto te amo Paola Cristina!
Ruego al cielo, ángel de mis horas
para que sea solamente
felicidad y éxitos
los que adoquinen la senda
por donde tu viandante sonrisa...
¡ Lleve paz
lleve alegría
y gratitud !
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